POSICIONES 27
Por un gobierno coherente y estable: negociar y pactar, pactar y negociar
Las elecciones democráticas tienen dos funciones principales: elegir representantes para, a continuación, formar gobiernos. En menos de un mes, entre el 28 de abril y el 26 de mayo, se han concentrado en España elecciones generales, europeas, autonómicas y locales. Los ciudadanos ya han hablado: ahora les toca a
los partidos negociar programas políticos y alcanzar pactos encaminados a la formación de gobiernos que —para ser eficaces— necesitan, ante todo, ser
coherentes y estables.
Este es el gran mandato que la mayoría del pueblo español ha dado a sus representantes: aparquen sus intereses partidistas a corto plazo, piensen en el largo plazo, en los intereses generales, renuncien a los vetos previos y a las líneas rojas, entiéndanse y gobiernen.
En definitiva, con independencia de las distintas opciones políticas que cada ciudadano puede tener, los partidos, como auténticos sujetos políticos, tienen la obligación de buscar alianzas con los demás partidos afines para que, con decisión y sin demoras, constituyan un gobierno coherente y estable, es decir, capaz de desarrollar un programa político durante los próximos cuatro años de legislatura.