En el verano de 2018 se han cumplido veinte trimestres (desde el segundo de 2013) de crecimiento continuado del PIB español a un promedio anualizado cercano al 3%. Ha sido una etapa de crecimiento con mantenimiento de equilibrios macroeconómicos básicos: superávit de las cuentas exteriores desde finales de 2012 y contención de precios y costes
que han aumentado por debajo de los europeos.
España ha crecido generando ahorro y ganando competitividad, al contrario que en el ciclo previo a la crisis y en otras etapas expansivas. Igualmente constatable es que a lo largo de 2018 han aparecido síntomas de desaceleración moderada en el crecimiento y reducción intensa del superávit exterior. La tasa de variación interanual del PIB ha caído desde el 3 al 2,5% y la capacidad de financiación ante el resto del mundo ha pasado, en los seis primeros meses del año, desde 7.900 millones de euros en 2017, a 1.800 en 2018.
Cuadra, por tanto, plantear una doble cuestión: ¿Estamos al final del ciclo económico de la recuperación? ¿Puede la política económica hacer algo para darle un nuevo impulso a la economía y animar el crecimiento? Es lo que se hace en este Documento del CÍRCULO CÍVICO DE OPINIÓN.