POSICIONES 16
El valor económico de la unidad: Cataluña en España.
La declaración insurreccional del Parlamento de Cataluña del pasado 9 de noviembre representa un salto cualitativo en la escalada de acciones y declaraciones de los independentistas. Una eventual ruptura tendría consecuencias en muchos órdenes para las dos partes, entre otros en el económico.
Consecuencias económicas que no deben interpretarse como efectos abstractos, sino muy concretos, porque afectarían al bienestar de las personas, a sus niveles de empleo y a su renta; a la seguridad de sus ahorros y sus pensiones; en fin, a sus posibilidades de mantener los actuales niveles de vida.
La separación tendría consecuencias muy negativas para todos, porque reduciría el tamaño de una economía plenamente integrada ahora, y el tamaño es relevante para el éxito de las iniciativas empresariales y la capacidad de crecimiento de las empresas.
Además, en el corto y medio plazo, al menos, Cataluña se podría ver especialmente perjudicada por las características singulares de su relación comercial y financiera con el resto de España y por su, cuando menos, temporal exclusión de los organismos económicos internacionales, empezando por los europeos.