POSICIONES 2
Economía española: tareas pendientes.
En su diagnóstico sobre la economía española, a comienzos de 2012, sostenía el Círculo Cívico de Opinión (Documento nº 3) que el problema más urgente era alcanzar el ajuste entre gasto y renta. Era imprescindible conseguir de una vez que el gasto de cada año no superase a la renta, para dejar de necesitar financiación adicional del exterior, como ocurría desde 1999. Sólo así se transmitiría a los inversores internacionales confianza para lograr la refinanciación, a tipos de interés razonables, de la enorme deuda acumulada. Sólo después de asegurar ese escenario de solvencia, volvería a ser capaz el sistema financiero español de ofrecer a las empresas el crédito imprescindible para el crecimiento. Primero, el ajuste y a continuación el crecimiento; como nexo, el saneamiento del sistema financiero.
¿CAMBIO DE TENDENCIA?
Avanzado el otoño de 2012 hay indicios ciertos, aunque todavía leves, de que se están produciendo cambios positivos en el panorama de la economía española. Algunos son llamativos. Así, tras el verano es visible la reducción de la prima de riesgo desde los máximos de julio, la drástica caída de los seguros de impago de la deuda o la facilidad con la que el Tesoro español ha colocado emisiones en un ambiente de aumento de la demanda por inversores extranjeros. Otros no tan llamativos son igualmente importantes, como la ralentización en la caída del PIB o el empleo privado.
Muchos achacan el nuevo clima al inicio de una rectificación en la política europea, por haber abierto la posibilidad de que el Banco Central Europeo comprase deuda en mercados secundarios y haber creado el Mecanismo Europeo de Estabilidad. La rectificación es un elemento valioso, pero no el decisivo, pues ni una ni otra actuación ha pasado por el momento del papel.