CUADERNOS 35
Cuadernos 35: Energía en transición
La energía constituye uno de los elementos esenciales para el desarrollo humano y ha sido objeto de gran atención desde siempre por sus implicaciones tanto en la geopolítica de las naciones como por sus efectos en la economía y el bienestar de los ciudadanos.
La búsqueda de nuevas fuentes de energía de fácil acceso, cantidad abundante y precios razonables ha supuesto un permanente reto en el tiempo, cuya evolución se observa en lo que ha dado en llamarse “proceso histórico de sustitución de la energía”. Pues bien, este proceso —lejos de agotarse— aparece década tras década con importantes repercusiones para el equilibrio político entre naciones y el progreso de la sociedad en su conjunto.
La actual coyuntura nos muestra que este proceso ha cobrado especial ímpetu en el primer tercio del siglo XXI. Han aparecido en el horizonte inmediato dos hechos de gran impacto: el cambio climático y la desglobalización. Y, aunque resulte difícil distinguir entre lo que constituye causa o efecto, la energía no escapa a estas dos importantes restricciones.
Por una parte, el cambio climático impone una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, lo que implica a medio y largo plazo la total descarbonización de la economía.
Por otra, la desglobalización, como resultado de la ruptura del equilibrio entre bloques posterior a la Segunda Guerra mundial, añade mayor complejidad, si cabe, a la necesaria —por no decir imprescindible— transición hacía una economía libre de carbono. En este contexto, la energía se convierte en una variable estratégica que ocupa un lugar preferente en el diseño de las políticas nacionales e internacionales, en términos económicos, políticos y de la seguridad y defensa.