CUADERNOS 26
Europa, 2019. La Unión Europea ante las nuevas elecciones al Parlamento Europeo.
La unificación europea ha sido una de las creaciones de mayor éxito en la historia de la humanidad. En muy pocas décadas ha conseguido convertir una Europa
que salía de las brumas de la Segunda Guerra Mundial en un entorno sin precedentes de cooperación supranacional bajo el reconocimiento explícito de las
reglas de la democracia y el Estado de derecho.
Los Estados que la integran se han visto beneficiados por una etapa de paz y prosperidad inéditas en nuestro continente. Ha dado lugar, además, a una nueva forma de gobernanza, el gobierno multinivel, y a una constante presencia de las instituciones de la UE en el día a día de la vida política de todos sus Estados miembros. A pesar de que el proceso de integración ha pasado por diferentes fases, el balance final es ciertamente
positivo, dados los diferentes desafíos a que ha venido enfrentándose desde sus orígenes.
La convocatoria el próximo 26 de mayo de las elecciones al Parlamento Europeo, a la que están llamadas 374 millones de personas, el proceso electoral mundial
más amplio después del de la India, es una buena ocasión para hacer un balance de la situación en la que se encuentra nuestro continente y los retos inmediatos
a los que debe hacer frente. La mayoría de las dificultades son bien conocidas, dado que vienen mostrándose ya desde hace algunos años, como la crisis del euro, la crisis migratoria y el reverdecimiento de actitudes populistas.
A ellas hay que añadir, además, la incertidumbre derivada del Brexit y la aparición de nuevas
tensiones entre bloques de países, aparte de una reconfiguración del orden internacional que es menos hospitalaria para los intereses de la Unión. Todo esto suscita la necesidad de pensar en nuevas preguntas y líneas de reflexión sobre su futuro. Precisamente porque todo cuanto acontece en la UE tiene una inmediata repercusión sobre cada uno de sus miembros, la política de la Unión es política nacional.