En años recientes, el populismo, como fenómeno político —pero también por sus implicaciones en la economía—, ha cobrado una inusitada importancia en numerosos países, muchos europeos, incluida España, y hasta en los Estados Unidos.
Sobre las causas que han motivado la intensa oleada de populismos que ahora se vive en occidente no hay unanimidad.
Para algunos autores son determinantes las de tipo cultural, como el peso creciente en la opinión y en las políticas públicas de quienes sostienen valores que chocan con los tradicionales o el multiculturalismo inducido por las migraciones masivas.