CUADERNOS 10
Riesgos de pobreza, ingresos mínimos y servicios sociales.
La crisis está sometiendo al sistema español de protección social a un test muy duro. La cifra de parados buscando empleo durante dos o más años ha pasado de 200.000 a 2,1 millones de personas entre 2007 y 2013. Los hogares en los que todos sus activos están en paro son ahora 1,8 millones, cuando eran 380.000 en 2007. Y los hogares sin ningún perceptor de ingresos han llegado a los 651.000, desde los 177.0001.
Las pérdidas de renta disponible han afectado mucho más a la parte baja de la distribución. Entre 2006 y 2010, el conjunto de los hogares perdió un 3,9 por ciento de su renta disponible, pero los hogares situados en el decil más bajo habían perdido un 42 por ciento de renta y los del decil penúltimo, un 12 por ciento. El riesgo de pobreza con alquiler imputado (calculado con un umbral de 60 por ciento de la mediana de la renta disponible equivalente), ya alto de partida en España, ha pasado del 16 al 19,6 por ciento entre 2007 y 2013.
El indicador de pobreza severa puede servir como referencia de las situaciones de necesidad y riesgo de exclusión que merecen una protección prioritaria y urgente. Incluso con un umbral de pobreza severa muy bajo, el 30 por ciento de la mediana —que se situaría, por ejemplo, en 657 euros mensuales para un hogar compuesto por dos adultos y dos menores—, el porcentaje de población española en esa situación difícilmente será menor del 8 por ciento en 2013, lo que equivaldría a una cifra entre 3,7 y 4 millones de personas, la mitad de ellas de hogares con menores dependientes.