CUADERNOS 16
Recuperar para el empleo a los trabajadores menos cualificados.
La sociedad española está en una senda de recuperación económica que, con incertidumbres nada desdeñables, da muestras de solidez. Pero no puede olvidarse que la crisis ha dejado heridas sociales que no se cerrarán completamente con los efectos esperados de esa recuperación.
El Círculo Cívico de Opinión se ha ocupado ya de algunos estos efectos sociales de la crisis y ha hecho propuestas para afrontarlos: sobre cómo mejorar empleo juvenil (Cuadernos nº 2) o sobre los riesgos de exclusión social y cómo combatirlos (Cuadernos nº 10).
La crisis ha intensificado en España una tendencia de largo recorrido y de inaceptables consecuencias: la progresiva expulsión del trabajo de los adultos menos cualificados. Un problema que está adquiriendo perfiles crónicos y que es la causa principal de la preocupante evolución del riesgo de pobreza.
El aumento en la desigualdad de rentas durante la crisis procede básica y precisamente del alarmante aumento en la no ocupación de ese colectivo. Los riesgos sociales quepueden afectar a trabajadores ocupados no tienen parangón con los riesgos de pobreza y de carencia material severa que se derivan de la desocupación prolongada o crónica.
La causa principal de esta herida es el anómalo funcionamiento del mercado de trabajo. En casi la mitad de los últimos treinta años, España ha tenido tasas de paro superiores al 20% y solo cuatro con tasas de menos del 10%.
El convulso devenir del empleo en función de las distintas fases de los ciclos económicos no tiene parangón en los países de nuestro entorno.